sábado, 8 de marzo de 2008

Seamos realistas, pidamos lo imposible

En la consulta es habitual oír a nuestros pacientes argumentar cuando les aconsejamos una dieta eso de "es imposible porque casi todos los días, como fuera de casa". La realidad es que cuando uno come fuera de casa, la sensación de replección es mucho mayor aunque se haya elegido lo más liviano.

Por eso me ha parecido digno de elogio el Proyecto Gustino que aunque pueda que no pase de una bienintencionada iniciativa, plantea las premisas básicas para ayudar a aquel que quiere realizar una dieta más saludable.

A veces las ideas simples son las que mueven el mundo. Así que esperemos que esta, transforme los hábitos alimenticios de los ciudadanos. Yo por si acaso se lo voy a comentar a mis pacientes que "comen casi todos los día fuera de casa".

1 comentario:

Juan Jose Bilbao Larrañaga dijo...

Esa sensación de llenazo cuando comemos fuera se debe a las grasas.
Así dicho es una perogrullada, pero cuando reparamos que en los restaurantes no se utiliza oliva (monoinsaturado con punto de temperatura a 180º)y si aceites vegetales tipo girasol, soja, etc(poliinsaturados con punto de temperatura a 160), en la que los alimentos no se fríen sino que se cuecen con la correspondiente absorción de los aceites. Si a esto le sumamos que suelen ser reutilizados en freidoras con residuos vegetales (carbones), Tenemos la justificación del enlentecimiento gastrico y los desastres que vemos en las analíticas.