jueves, 13 de marzo de 2008

El absentismo emocional

He leído estos días una entrevista con Paco Muro, Director de la Consultora Otto Walter en la que habla del absentismo emocional.

La importancia de este tema a la hora de la gestión de las personas es cada día más patente y no hay mas que mirar a tu alrededor para ver a, uno, dos tres...., compañeros que su único fin en su trabajo es cumplir los mínimos que se le exigen y cuya implicación en cualquier proyecto es, no sólo nula, sino despectiva para quienes aún conservan la ilusión y las ganas de construir.

La gestión de estas personas es un reto de difícil solución para los compañeros, que siendo JUAP o sin serlo, les gusta el trabajo en equipo y conservan aun el sentido de la implicación

Su informe sobre los trabajadores tóxicos que envenenan el clima de trabajo ha estado pinchado en los tablones de anuncios de un sinfín de empresas. Decálogo de la provocación laboral, ya que acusa a muchos empleados de calentar el asiento, nadie puede evitar leerlo.

¿Se puede reciclar al que usted llama trabajador conflictivo?

Un trabajador que sólo fabrica problemas, que con su actitud negativa mina la moral de todo el equipo, es difícilmente reciclable. Pero a veces ése no es el problema. Lo que existe es mucha gente mal ubicada, cuyos valores personales no tienen nada que ver con los de esa compañía o que está en un puesto con el que no sintoniza. Es como un matrimonio mal casado y eso genera mucha conflictividad. Pero ubicándolo bien se puede arreglar.

¿Los que se escaquean también tienen arreglo?

En todos los sitios hay vagos redomados, son los típicos jetas. Pero luego está al que le han quitado las ganas de trabajar, el que no entiende de qué va el proyecto o al que no le dirigen bien y pasa olímpicamente. Ése sólo conseguirá verse implicado si le ilusionan porque la ilusión mueve montañas.

Habla usted de incompetentes pero a veces es más cómodo fingir porque así no le asignan trabajo.

Por incompetente me refiero a torpe... no al más lento o al más flojo. Hablo de aquel que haga lo que haga, todo lo sale mal. Otra cosa es los que miran hacia otro lado.

Y luego están los que pierden el tiempo. Internet será una fuente inagotable de horas perdidas.

Pues además de internet, el móvil se ha convertido en una herramienta de pérdida de tiempo increíble porque como no está legislado, hay gente que se pasa horas y horas hablando por el móvil. Parece que como es de tu propiedad, como no ocupas una línea de la centralita, tienes derecho a hablar. Y ése es el verdadero problema de una empresa: el absentismo emocional. Mucho más grave que el absentismo laboral, que los que faltan por inercia, es el absentismo emocional, el que va a trabajar y se dedica a perder el tiempo y a no hacer nada porque los que pagan el pato son sus compañeros.

¿Hay alguna solución para resolver tantos desmanes?

La solución pasa por la valentía del jefe. Porque el fallo reside en que muchos jefes no se han atrevido a decir a tiempo lo que debían, ni a actuar correctamente.

C. Lago DEIA 11-3-2008


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