sábado, 29 de marzo de 2008

Los gemelos (I)

Hace unos días leí unos de los artículos de Rafael de Pablos del que me he acordado a raíz de una fraternal discrepancia que mantengo con mi querido compañero blogero, el DOCTORDIABETIS.

En el contaba un cuento con la historia de unos gemelos que acabaron como el rosario de la aurora por mor de lo difícil que es aplicar una misma barra de medir:

Érase una vez dos hermanos gemelos que tenían una fuerte vocación por ser médicos. Los dos obtuvieron la misma nota en la selectividad y los dos se matricularon en la misma facultad de medicina. Los dos consiguieron un expediente académico similar, y los dos querían ser médicos de familia. Obtuvieron un nivel parecido en la puntuación MIR, y los dos hicieron la residencia en el mismo hospital y centro de salud. Se presentaron a una oposición para facultativos de Equipos de Atención Primaria y, como era de esperar, los dos sacaron una nota parecida y consiguieron plaza en el mismo centro de salud. En este centro de salud había un coordinador muy preocupado por la equidad de las cargas laborales y había conseguido que los cupos médicos fueran similares en los parámetros que él conocía y podía controlar, que eran el tamaño y la edad. Por este motivo, a los dos hermanos se les adjudicaron otros tantos cupos con el mismo tamaño y el mismo perfil de edad y sexo. Los dos estaban muy contentos, y los dos querían ejercer su profesión lo mejor posible.

Pero el azar hizo que una variable no controlada, por desconocida y no tenida en cuenta, les cambiara la vida, llegando incluso al deterioro de una relación fraternal fuertemente arraigada a lo largo de sus vidas. ¿Qué pasó?

Para entenderlo hay que decir que hace ya años, en Estados Unidos, se hizo un trabajo de seguimiento de cupos médicos. Todos ellos tenían el mismo tamaño y un perfil similar en la edad y sexo de los pacientes. Se realizó una clasificación en cupos que tenían alta frecuentación de pacientes, otros de frecuentación media y otros con frecuentación baja. Posteriormente se clasificó a los pacientes en niveles de utilización de recursos sanitarios, y se comprobó que algunos de ellos, por sus diferentes patologías orgánicas, mentales y circunstancias sociales peculiares, consumen muchos más recursos que otros de la misma edad y sexo. Se comprobó que el 20% de los pacientes consumía el 80% de los recursos. Clasifiquemos a estos pacientes como tipo A.

Pues bien, el gemelo 1 tenía en su cupo un 30% de pacientes tipo A y el gemelo 2, solo un 10%. Pero esto nadie lo sabía: ni ellos, ni el coordinador, ni los directores de área.

¿Quién piensan ustedes que tenía más demanda asistencial, más avisos a domicilio, gastaba más en farmacia, tenía más bajas laborales y derivaba más al especialista y al hospital? Efectivamente, lo han adivinado: el gemelo 1. ¿Y quién piensan ustedes que recibía los incentivos por ahorro de farmacia, bajas laborales y derivación, era mejor considerado y tenía más alta la autoestima? Así es: el gemelo 2.

El cariño fraterno se empezó a resentir; las comparaciones eran insoportables, y los celos surgieron. La sensación de fracaso profesional del gemelo 1 se hizo notable. No entendía como él, que trabajaba más que su hermano, cobraba menos incentivos económicos y era peor considerado. Llegó a pensar que lo suyo no era la medicina y que, posiblemente, sería bueno cambiar de profesión.

Es evidente que se trata de una exageración basada en un cuento; pero indica la perversidad de algunos indicadores que, lejos de primar el buen hacer profesional, lo deterioran.

De Pablos intenta relacionar esta diferencia con los incentivos perversos pero en mi opinión se equivoca.

Lo que hubiera sido justo en este cuento es que existiera una formula fidedigna que midiera y discriminara de forma efectiva estas diferencias. Las fórmulas habituales de valoración de las cargas asistenciales basadas en la edad y el sexo incluyendo las tasas ponderas, hace mucho tiempo que han quedado obsoletas.

Como medir entonces estas cargas asistenciales? Cuál es el método, sino el mejor, si el menos malo de los que se puedan implementar en este momento en la Atención Primaria? Si los hospitales hace tiempo que usan los GRD y ya nadie los discute, cual es el método para la Primaria?

Pero sobre todo, estamos los profesionales dispuestos a esta prueba del algodón o preferimos quejarnos, protestar y seguir en un permanente lamento para ver si con dos o tres kilos de excusas conseguimos evitar que nos saquen una foto que ponga de manifiesto, que explique, las diferencias entre los gemelos del cuento del Dr de Pablos?????.

Unos días de reflexión y os prometo que continuará ….

9 comentarios:

doctordiabetis dijo...

Muy bueno compañero, me rindo....reconozco las bondades de los ACG y te prometo esforzarme aun mas en mejorar la calidad de mi codificación.
Pero no son excusas decir en voz alta los aspectos mejorables de nuestro día a día . Me parece peor la actitud de los compañeros que callan y no se implican en nada para no perder su cómodo estatus de médico de turno de mañana o su carrera profesional o su interinidad blindada o incluso las mejores sustituciones aunque no te correspondan por lista..........

doctordiabetis dijo...

Ah y es diabetis, que es como les gusta decir a la imensa mayor�a de mis pacientes.

Lis Ensalander dijo...

Lo mismo que defiendo que se debe discriminar a los buenos de los no tan buenos y que para ello es preciso pagar algún peaje, como es en este caso lo de la codificación, creo que todo esto requiere de unos tiempos y unos recursos y que se puede hacer bien, mal, muy mal y como se ha hecho en Osakidetza.
Y no sólo me refiero al tema de los ACG, que estoy convencido que no va a tener un largo recorrido, sino sobre todo a como se ha implantado Osabide, que al final es la herramienta base para todo lo demás.

Cualquier día le dedicamos un post

Lo de la diabetis corregido. No volverá a pasar. Parkatu

Anónimo dijo...

hola bloggers soy un intruso, e estado leyendo algunos de vuestros blogs y os estaria agradecido si me podeis dar algun consejo.
Soy vasco, tengo 24 años y es mi primer mir mi numero es 4000 y muchos, mi intencion era hacer rayos y obviamente no me va a dar, me han hablado de muchas cosas y lo ultimo que tengo en mente es hacer familia e ir mejorando el mir, no se si es la mejor opcion, tb se me barajan multiples opciones todas ellas no barajadas durante la carrera, aunk con este umero pues solo cabe esperar.
En estos momentos mi cabeza es un mar de dudas sb td por lo que a mi futuro se refiere. Por eso vista vuestra experiencia recurro a vosotros.
agredeceria cualquier consejo.
mila esker

Dr. Bonis dijo...

--- Soy vasco, tengo 24 años y es mi primer mir mi numero es 4000 y muchos, mi intencion era hacer rayos y obviamente no me va a dar,

Ni se te ocurra hacer familia. No sacarás rayos jamás y vivirás amargado, porque está claro que familia no es lo tuyo.

Repite el MIR y a por rayos. La vida es muy larga y un año no es nada.

Dr. Bonis dijo...

rocambole:

Lo que hace falta no es que el médico codifique, sino que los que tienen que decidir los incentivos (los gestores) hagan su trabajo.

Que se lo curren, que ideen sistemas de evaluación transparentes al médico, sistemas que no interfieran con el trabajo real del médico: "atender pacientes".

Lo de la codificación es una chapuza. Que contraten administrativos (en los hospitales los clínicos no codifican, hay administrativos para eso), que hagan auditorías de historias clínicas (con una muestra aleatoria)... que hagan lo que les de la gana...

Pero que no pretendan que el médico haga su trabajo a base de hacer cursos de codificación.

Lis Ensalander dijo...

Soy vasco y ya me gustaría tener 24 años. Si tu vocación es hacer rx, hazlo, pero que no te impresione estos debates como algo negativo de la Primaría. En el fondo es que somos los que siempre se apuntan a un bombardeo y nos va la marcha. Unos juegos florales de salón. Pero estoy seguro que en fondo somos todos defensores a ultranza de la Atención Primaria y nos gusta.

Anónimo dijo...

la ultima vez que os interrumpo, nose si andareis al loro de los comentarios pero bueno sino ya me pronunciare.
En primer lugar, gracias a todos y en segundo lugar deciros que mi intencion era empezar familia e ir presentandome al mir según vaya haciendo la residencia, nose si es una estupidez, os agradeceria que me fuesesis sinceros. Como lo veís??
mila esker denoi

Lis Ensalander dijo...

Podíamos hacer una porra.
El Dr Bonis ya ha opinado que no. Yo que sí. Ha ver si se animan más y puedes tener una muestra significativa.