sábado, 29 de marzo de 2008

Bendita ignorancia

No puedo más.

En este mes de marzo, menos mal que ha habido unos días de descanso por la Semana Santa, se me han movido unas cuantas neuronas de sitio.

Me he enterado que a todos los pacientes que tengo con antidrepresivos les estoy intoxicando inútilmente y con un poco de placebo hubiera bastado.

Me he enterado de lo bueno que son los placebos y que si son caros son la “repera”.

Me he enterado que los betabloquenates en la HTA, mejor que no.

A los pobres EPOCs que les tengo con tiotropio, les he aumentado el riesgo de que les dé un yuyu en el bolo.

De las glitazonas ni hablamos. Soy un asesino en potencia.

Ahora resulta que ya no hay que hacer profilaxis a los valvulópatas cuando van al dentista ni quitarles el sintrom para sacarles una muela.

Ya no sé qué decir cuando me preguntan por la vacuna del VPH.

Con lo bien que se vive sin ver ni oír ni hablar de estos temas. Menos mal que como dice un amigo mío : “esto de la medicina no es una ciencia, es un arte” un pase de pecho por aquí, una chicuelina por allá, un poco de placebo (caro a poder ser), mucha empatía, buen rollo y que la naturaleza haga lo que tenga que hacer porque yo ya no sé ni qué día es.


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