
Esta es la parte complicada de la red donde el fraude y el saltarse las reglas prevalece ante la posibilidad de hacer negocio. Pero que no se engañe nadie, si es negocio es porque hay "pringaos" que se suman al carro y a estas alturas de la vida, alegar que no se sospecha que un tema de estos puede ser un fraude es digno de una inocencia de primero de párvulos.
Vamos, como el timo del tocomocho, cuando aún no existía la red, que para poder timar al personal, el personal timado era todo menos un inocente ciudadano.
Cambian los métodos pero las personas siguen inmutables a los cambios tecnológiocs.
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