Quiero empezar con una cita de un compañero bloguero que decía:
"Instalado en el ocaso de mi ejercicio profesional, tengo un largo pasado, un efímero presente y carezco de futuro, por lo que no me corresponde, ni actuar, ni opinar de lo que se debe de hacer, esta labor corresponde a los que tienen futuro, mayor o menor, pero futuro. A mi y a los que nos encontramos en la misma condición, diablos viejos, resabios por viejos y que somos muchos más de los imaginados, nos corresponde apoyar, señalando los posibles errores, en los que ya incurrimos en tiempos pasados. Siempre y cuando se nos solicite y se nos quiera escuchar. (Juan José Bilbao 7/5/08)"
Los que estamos en esas etapas de la vida, a veces nos planteamos y nos replanteamos nuestro papel. Parece que tras unas épocas en la que la edad se estaba viendo como un handicap en las organizaciones, gracias a dios, las cosas están cambiando y hoy, hay que reeducar a los que gestionan a las personas para que se enfrenten al reto de aprovechar toda la experiencia y el buen hacer de los buenos profesionales (de los malos, independientemente de la edad, libranos señor).
PD: Si no fuera porque veo que el compañero Juan José mantiene su actividad en otros foros, me preocuparía su estado de latencia bloguera. Se te echa en falta aunque sea en la discrepancia.
Eramos tres, eramos tres, uno se bajó del tren, el otro enmudeció y al tercero le invadió un sentimiento de soledad.
"Instalado en el ocaso de mi ejercicio profesional, tengo un largo pasado, un efímero presente y carezco de futuro, por lo que no me corresponde, ni actuar, ni opinar de lo que se debe de hacer, esta labor corresponde a los que tienen futuro, mayor o menor, pero futuro. A mi y a los que nos encontramos en la misma condición, diablos viejos, resabios por viejos y que somos muchos más de los imaginados, nos corresponde apoyar, señalando los posibles errores, en los que ya incurrimos en tiempos pasados. Siempre y cuando se nos solicite y se nos quiera escuchar. (Juan José Bilbao 7/5/08)"
Los que estamos en esas etapas de la vida, a veces nos planteamos y nos replanteamos nuestro papel. Parece que tras unas épocas en la que la edad se estaba viendo como un handicap en las organizaciones, gracias a dios, las cosas están cambiando y hoy, hay que reeducar a los que gestionan a las personas para que se enfrenten al reto de aprovechar toda la experiencia y el buen hacer de los buenos profesionales (de los malos, independientemente de la edad, libranos señor).
PD: Si no fuera porque veo que el compañero Juan José mantiene su actividad en otros foros, me preocuparía su estado de latencia bloguera. Se te echa en falta aunque sea en la discrepancia.
Eramos tres, eramos tres, uno se bajó del tren, el otro enmudeció y al tercero le invadió un sentimiento de soledad.
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