Vaya cacao que parece existir en este momento. En una famosa lista de discusión, de cuyo nombre no quiero acordarme, se ha iniciado un absurdo, repito, absurdo, y amplío, gilipollas, debate en torno a una dualidad entre, por una parte, ser empático, cercano, próximo, humano y por otra, tomar decisiones basadas en criterio científicos, como si fueran incompatibles.
Impagable la frase de uno de los autores que dice:
"De verdad no lo entiendo, yo sigo creyendo que se puede ser "sanador" sin alejase de una práctica científica y viceversa, a no ser que cuando uno va de cura o aprendiz (aunque sea un cura laico y rojo) es lógico que toda la ciencia le sobre" . Pues eso.
Pero resulta que lo del método científico tampoco está muy claro. Corrijo, no está nada claro para mi, que acepto que soy un panoli en esto de la evidencia y que además como mi ingles es putapenero, tengo que esperar a que otros me lo traduzcan o fiarme de sus interpretaciones.
Pero todo esto viene a cuento a raíz de un estudio que se acaba de publicar en el NEJM ( y que yo conozco a través de
Hemos leido), que si en vez de lo que dice, hubiera dicho que se han detectado un incremento de tumores y que por ello se ha suspendido prematuramente el ensayo, a todo el personal le hubiera parecido estupendo.
Pero no. Este dice que, de forma sorprendente, los que tomaron rosuvastatina y tenían el PCR elevado, se morían la mitad, cagate lorito, de eventos cardiovasculares, siendo la muestra amplia (18.000) y sana.
Y entonces todo el mundo se mosquea, empiezan a criticar que se haya suspendido el ensayo, advierten de sus riesgos, empiezan a pensar que vamos a vernos avocados a realizar prevención primaria sin base científicas.... pero no he leído lo siguiente:
El estudio estaba bien diseñado?
La metodología fue correcta,?
Los resultados fueron claros?
Si la respuesta es si, Señores, no se pongan la tirita antes de la herida. Habrá que preguntarse si esa estatina hace "otras cosas" además de bajar el colesterol, el papel de la PCR en este lío y diseñar estudios para explorar y responder a estas duda, pero empezar a ver los fantasmas de los cojones en vez de alegrarnos que pueda existir una herramienta para mejorar la salud de los ciudadanos no acabo de entenderlo. Esto, claro, además de ser los sanadores de turno.
Así que estoy hecho un lío. Ya no sé si tengo que optar entre ser empático o científico y de lo último, si tengo que optar entre cuando creerme las cosas o no.
Al final he pensado que mañana voy a ser yo mismo, con mi dosis de empatía (claramente mejorable) con mi información científica a pasar de no dominar las fuentes en ingles y fiándome de lo que leo según mi instinto porque ya no me fio ni de
los curas laicos y rojos. Sobre todo de estos últimos